¿QUIENES SOMOS?
La Plenitud de Vivir en Castidad es un proyecto que surgió en abril del 2013 como una iniciativa del Padre Ernesto María Caro Osorio y de jóvenes profesionistas de la Parroquia Santa Cruz en San Nicolás de los Garza, N.L.,
como respuesta al constante ataque que los jóvenes reciben a la integridad de su sexualidad y por ende a toda su persona.
Este taller va dirigido a jóvenes, cuenta con elementos fundamentales de Fe y la persona humana. Está desarrollado en forma de taller vivencial, lo cual permite conocer, promover y adoptar un estilo de vida casto en el ámbito de la sexualidad humana, como medio para alcanzar la santidad.
Por medio del taller se mostrará cómo el pansexualismo está contribuyendo a la desviación de la sexualidad, desde el plan original de
Dios, y se invitará a los jóvenes a que entreguen su castidad a Dios a través de un compromiso sólido.
Buscamos jóvenes entusiastas que deseen llevar buenas noticias, contáctanos:
Nuestros Valores
Exponer la verdad sobre la vida sexual y lo que Dios nos pide. Meditar la vida del joven y sus tentaciones. Conocer el poder del Espíritu Santo. Realizar una promesa solemne delante de Dios.
¿Cómo Trabajamos?
Nuestro objetivo como apostolado es ir fomentando la construcción de una comunidad de mujeres y hombres que en Libertad hayan decidido tomar la opción por vivir la Vida de una manera casta.
Para lograr lo anterior hemos desarrollado en, con y por Dios un taller que consta de 6 sesiones de formación espíritubiopsicosociocultural que cristalizan en un retiro de un día a realizarse después de concluidas éstas.
En cada sesión se abordan temas que buscan aproximarse al tema de la sexualidad como dimensión fundamental del Ser humano desde una visión integral revisando aspectos espirituales, antropológicos, teológicos y filosóficos. En el retiro se busca retomar todo lo aprendido buscando procurar su asimilación en cada una y uno de los participantes desde el plano espiritual. Finalmente, las y los participantes que así lo decidan participan en una ceremonia de promesa de castidad frente a la comunidad eclesiástica. En esta ceremonia se entregan anillos como signo de la promesa que las y los participantes están haciendo frente a Dios.
Por la naturaleza de la estructura del proyecto en cuanto a las sesiones y el retiro, así como de los temas abordados, trabajamos por generaciones de participantes.
Dado que dar seguimiento al trabajo desarrollado en el taller es muy importante para robustecer el espíritu de la comunidad de castas y castos en el camino que han decidido emprender, el apostolado organiza Horas Santas aproximadamente cada mes y medio en las que se invita a todas las generaciones a dicho Encuentro. Posteriormente a la Hora Santa se organiza un pequeño convivio con todas y todos en el que se invita a compartir experiencias sobre el caminar personal de cada integrante.
Promesa de Castidad
El taller es una invitación para los participantes a realizar una promesa de vivir en castidad en la vocación en la que fuese llamado. Este compromiso se formaliza con apoyo y delante de la comunidad de la Parroquia en la celebración eucarística en donde el sacerdote impone un anillo que simboliza esta promesa y sirve de recordatorio al portarlo.
¡Vive la gran recompensa de vivir con castidad, obedecer al Señor y serle fiel!
A lo largo de mi camino y mi proceso de conversión, Dios me ha puesto en lugares en los que al descubrirme ahí, sé que es porque Él así lo desea. Así fue con el taller de la “Plenitud de vivir en castidad” de pronto estaba ahí y a cada palabra que escuchaba, cada tema y cada aprendizaje venían a mi mente muchas ideas; al principio pensaba en lo diferente que hubiera sido mi vida si hubiera escuchado todo eso antes, pero poco poco fui comprendiendo que todo lo que Dios permitió que yo viviera me convertía en la mujer que ahora soy. Gracias a todo lo que aprendí encontré la fuerza en Dios y en mi interior para recuperar mi amor propio, para creer en las promesas de Dios, para confiar en su divina voluntad. Transformó mi vida y aunque el camino no es fácil y el maligno busque entrometerse, el Espíritu Santo me mantiene abrazada, me fortalece y me conduce. Definitivamente me siento plena y acompañada por Dios.
Estoy en CADENA y estoy apunto de terminar mi ciclo de jefa, Eclesiastés 3, 1-15 es una cita que me ha acompañado todo este año y medio, y siento que también tiene mucho que ver con la promesa, todo tiene su tiempo, hay tiempo para ser feliz, otro para estar triste, tiempo para llorar y tiempo para reír, tiempo para destruir y tiempo para edificar, para cada cosa hay su tiempo, y es algo que me reconforta, cuando sea el tiempo de entregarme a un hombre de manera humana será porque tuve el tiempo para conocerlo y convivir con él de manera espiritual, hablarlo sobre el tema, saber que ambos estamos de acuerdo, para hacer algo que es muy especial y debe vivirse con una persona especial, será el tiempo correcto y estaré totalmente segura y sobre todo será el tiempo que Dios mande.
Hace 3 años viví mi taller de castidad y en algún momento de mi vida había escuchado sobre esto pero no me animaba a vivirlo, por pena o por simple miedo a lo desconocido.
Cuando llegué al taller me di cuenta que todos estábamos en la misma sintonía, viviendo una lucha diaria por ser mejor y buscando hacer lo que sea más agradable para Dios. La virtud de la castidad no estaba nada lejano a lo que yo quería en mi vida. Me di cuenta que muchas veces sin querer, te vas haciendo al molde del mundo, cuando nosotros, los que estamos en grupos, somos los que debemos invitar a los demás a vivir una vida de la mano de Dios y no que el mundo nos arrastre con él. Muchas veces piensan que estar en los grupos parroquiales o cerca de Dios es una vida de restricciones, una lista de cosas que no puedo hacer porque es “pecado” o simplemente es aburrido, pero no. Dios nos quiere libres y plenos y la castidad no es un asunto de restricción sino la mejor manera de decidir vivir en plenitud.
Ha sido una lucha constante, porque ya tienes el conocimiento sobre el tema y quieres hacer las cosas lo mejor posible para que tu vida y tus obras agraden al Señor. Ciertamente no es fácil, vamos en contra de la corriente, y los tropiezos algunas veces nos harán sentir culpables, que hemos fallado y que es casi imposible hablar con nuestros amigos sin caer en albures, ver una película con desnudos y/o escenas sexuales con “madurez” y decir no pasa nada, voltearte o cambiarle, salir a una fiesta y cuidar tu dignidad y tu cuerpo, tener una pareja y poner una línea bien definida de dónde las caricias no pueden pasarse, valorar y atesorar el cuerpo de tu pareja, etc. Pero sí es posible, con oración esos momentos han sido más fáciles de llevar porque lo que haces, lo haces con la convicción de que lo que estoy haciendo es por amor a mí, a Dios y a mi futuro(a) esposo(a).
Así que, ¿cómo es posible llevar una vida casta? Con oración, teniendo a José y a María como aliados, eligiendo a la persona adecuada para compartir contigo esta decisión, respetándote, valorando tu cuerpo, pero sobre todo con paciencia y amor a ti mismo. Somos humanos y Dios no nos ha elegido por perfectos, podemos tropezar, pero que tu intención sea siempre de volver al camino y vivir en plenitud.
Talleres
Taller vivencial con elementos fundamentales de Fe que permite conocer, promover y adoptar un estilo de vida casto en el ámbito de la sexualidad
Talleres
Taller vivencial que te permitirá encontrar la verdadera felicidad por medio del Plan de Dios en la virtud de la castidad. Dirigido a jóvenes de
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